Ya conocéis la historia: el zapato de cristal, el Príncipe Encantador, felices para siempre... Bienvenidos a la realidad: aburridas clases de genealogía real, de costura, de cómo comportarse como «una señorita» y, lo peor de todo, un príncipe que es todo menos interesante y, desde luego, en absoluto encantador.

La futura princesa Ella trata de enfrentarse a su nuevo estatus real, pero se da cuenta de que no tiene madera de «majestad». Sin embargo, romper el compromiso no va a resultarle nada fácil, especialmente cuando empieza a sentir algo por otro chico... 
Si Ella quiere escapar de palacio, deberá utilizar todo su ingenio, determinación y coraje, además de renunciar a todo aquello que se espera de «una señorita».

¿Quieres conocer la historia de Cenicienta sin elementos mágicos y sin personajes perfectos que no parecen de carne y hueso? Margarete nos traslada al mundo de Ella, una muchacha que tiene que vivir con su madrastra y sus hermanastras, a las que la protagonista denomina las demoniastras, tras la muerte de su padre.

Vive como si fuera una criada, limpiando, comprando, etc. Pero las casualidades de la vida y el empeño y esfuerzo de Ella por asistir al baile que celebran los reyes en honor al Príncipe. Ese baile cambia su vida, cambia el rumbo del destino ya que pasa de ser una “criada” harapienta a la princesa.

Ella se ve en la tesitura de tener que aprender todo lo que debe saber y hacer una princesa, algo que realmente le aburre y, en ocasiones, le escandaliza. Lo que me ha gustado mucho es cómo la autora ha sabido representar muy bien a la clase alta cuyos modales son bastante particulares.

"Durante aquella semana me pregunté por qué nadie me decía: <<Princesa, estáis muy callada. ¿Qué os preocupa?>>. Nadie parecía darse cuenta de que los días iban pasando y que yo me movía como una autómata, sin sentimientos, sin pensamientos. Tal vez se debiera a que no se esperaban mucho más de mí".

Ella es una chica que es parte de la plebe y no está acostumbrada a las delicadezas y los modales de la clase alta. Sus conversaciones, sus costumbres y sus hábitos le parecen ridículos. Me gusta mucho el personaje porque no se conforma con obedecer órdenes sin saber un por qué. Además es una chica que no espera a su destino, sino que se crea su propio destino, su propio camino.

May es una chica poco agraciada que trabaja en el palacio y que pronto se gana la amistad de Ella. Un personaje muy leal que está dispuesto a arriesgarse por ayudar a una amiga.

Luego está Jed, un chico bastante peculiar con un sueño más que peculiar: ayudar a los refugiados de la guerra. Amigable, divertido y capaz de guardar secretos.

Se trata de un libro bastante ligero que se lee muy rápido. Si bien no es un libro espectacular, sí que está bien para pasar el rato leyendo algo totalmente diferente. Es curioso, fácil de leer y bastante entretenido. Una historia de Cenicienta un tanto diferente con una protagonista un poco más luchadora. Una historia que habla de la belleza interior y critica a la sociedad que sólo se fija en la belleza exterior.

El final del libro es totalmente autoconclusivo. No es algo espectacular, pero me ha gustado como ha terminado.  Aunque sabemos que tiene una segunda parte.
Personalmente creo que con un libro hubiera bastado, pero bueno, seguramente pruebe a ver qué tal está la continuación.

Si buscas pasar un rato entretenido con una lectura ligera y rápida de leer este es tu libro.
Si te gustan los cuentos de hadas y quieres saber cómo sería uno de ellos de esos sin magia y sin tanta pomposidad, te recomiendo que lo leas. Y para aquellos que sientan curiosidad también lo recomiendo.