Desde que supe de este libro, tenía ganas de leerlo y, aunque lo empecé al poco de publicarse, tenía tantas lecturas pendientes que lo dejé de lado hasta hace unas semanas. Pero hace unas semanas decidí que tenía que leerlo y así lo hice.

Endgame parte de una idea bastante original y eso es lo que me llamó la atención. Esta novela narra la historia de 12 chicos que han sido entrenados y elegidos para formar parte un juego en el que sólo puede ganar uno y lo hará para salvarse a sí mismo y salvar a su linaje. El resto morirá.

Puede que a simple vista se parezca a Los Juegos del Hambre (por lo de 12 distritos/12 linajes y que sólo sobrevive uno), pero las similitudes acaban ahí, ya que Endgame es mucho más que eso. La historia está basada en la actualidad y nadie, salvo los que perteneces a los linajes, no sabe de la existencia de este juego. Quizás la parte que me ha parecido menos creíble de todo es la parte en la que habla de los alienígenas y de cómo ponen en marcha Endgame. Aunque a lo largo del libro iremos conociendo más acerca de estos seres, no me ha terminado de convencer ese punto.


El libro está narrado desde el punto de vista de los jugadores, por lo que cada capítulo contará lo que le ocurre a uno o varios jugadores (en caso de que se junten o se encuentren). Eso me ha gustado porque podemos seguir a los diferentes personajes a lo largo de la historia y conocer sus pensamientos más profundos y su forma de ser. Algunos de estos tendrán más protagonismo que otros.

No os voy a hablar de cada uno de ellos porque son muchos, pero me gustaría destacar algunos aspectos de algunos personajes:

Por un lado, me ha gustado como los autores han desarrollado tanto a Sarah y a Jago, ambos personajes me han gustado muchísimo porque tienen mucha garra ya que, son asesinos natos, pero son más que eso ya que tienen corazón y sentimientos.

Chiyoko, por otro lado, me ha fascinado ya que nos encontramos con una chica con una personalidad muy marcada y muda (ha sido ese último aspecto el que le ha otorgado más interés al personaje).

Y, por último, quería hablar de Christopher, un personaje que me sobraba muchísimo. Lo he odiado porque todas y cada una de sus decisiones me parecían estúpidas.

Durante una parte de la novela, los autores nos irán presentando a cada uno de los personajes, por lo que el principio es algo introductorio y un poco lento, pero una vez entras en materia la historia coge un ritmo bastante trepidante. Confieso que me costó hacerme con los personajes, quedarme con sus nombres, sus lugares de procedencia, sus clanes y su aspecto.

Gracias a sus capítulos cortos, la narración es fluida y ágil, lo que hace que avances en la historia sin apenas enterarte. Si bien, la parte romántica del libro me ha parecido floja y metida con pinzas, sobre todo ese triángulo amoroso que, a mi parecer, no venía a cuento.

El libro está plagado de acción, aunque no toda la acción que yo esperaba ya que muchos capítulos están dedicados a cómo van de una pista a otra. Aún así he disfrutado mucho. Es un libro que ha sido pensado para llevar a la gran pantalla por lo que hay escenas muy explícitas. Lo mejor es que los autores no se cortan a la hora de matar personajes, por lo que habrá sangre asegurada y muertes desagradables. Asimismo Endgame nos muestra lo que el ser humano sería capaz de hacer con tal de sobrevivir.

Otro de los puntos a favor es que es una historia multiplataforma y durante la novela tendremos notas que nos llevarán a enlaces de Internet. Se puede leer sin ese contenido extra perfectamente, pero este te da la sensación de que el juego es real. Personalmente dejé de ver los enlaces porque la mitad no se podían ver desde el móvil y resultaba un incordio tener que detener cada poco la lectura.

James Fray Y Nils Johnson cierran el primer libro de la trilogía con un final apoteósico digno de una película de acción. Se trata de un final muy abierto que te anima a continuar con la historia.

Silber, El primer libro de los sueños nos cuenta la historia de Liv y Mia, dos hermanas que tienen que volver a mudarse, en esta ocasión lo harán a la casa del novio de su madre. Pero ellas ya están más que acostumbradas. Todo parece más o menos normal hasta que Liv sueña con su hermanastro y su grupo de amigos y estos parecen saber cosas que se dijeron en ese sueño. Parece una locura, pero ¿y si los sueños fueran más que sueños?

Liv es una chica ingeniosa, divertida y sarcástica, lo que hace no sólo que te diviertas con ella, sino que sea un personaje carismático que hacen la novela mucho más ligera. Además, me ha gustado mucho el escepticismo de Liv porque no se cree nada de lo que pasa, le cuesta aceptar lo de los sueños y eso le da un toque de realismo.

Mia es la hermana pequeña de Liv, aunque no tiene tanta importancia como la protagonista, se compenetran muy bien lo que hace que muchos de sus diálogos fueran hilarantes.

Hay muchos personajes como Lottie (la niñera), la madre, los guays del instituto, los hermanastros, etc. Unos están más perfilados que otros, pero el grupo de chicos no sólo se mueven dentro del tópico, sino que además no están del todo dibujados.

El libro está contado en primera persona, desde el punto de Liv, lo que nos ayudará a conocerla mucho más a fondo y a que la historia sea más cercana.

Este libro es un poco introductorio en el sentido de que gran parte del libro habla sobre la vida de la protagonista, para luego ya ir dando más importancia al mundo de los sueños. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela ha sido su originalidad. Nunca había leído nada relacionado con el mundo onírico y la visión de los sueños como un pasillo con puertas me ha parecido muy original.

El romance del libro no termina de estar perfilado porque él es bastante misterioso y, además, es algo precipitado.

En cuanto al halo oscuro y de misterio que Kertin ha querido otorgar, tengo que confesar que el humor que hay en la novela hace que sea más cómico que maléfico.

Otra de las cosas que quiero destacar es su preciosa edición con una portada y contraportada con los dibujos en relieve, con lo cual, son rugosos al tacto. Y la edición del segundo es mucho más bonita.

El final de la novela es muy cerrado, por lo que se podría haber quedado como un libro autoconclusivo, aunque las últimas líneas te invitan a continuar con la saga, cosa que pienso hacer porque me encanta la forma de narrar de esta autora.

Tierras de Gyadomea 1. Las Tierras del Nuevo Mundo nos cuenta la historia de varios niños que de una forma y otra se ven transportados a Gyadomea, donde tendrán que luchar o afrontar las dificultades con las que se encontrarán en su camino.

Como veis, esta novela parte de una historia bastante sencilla y es que, se trata, de un libro dirigido al público infantil, por lo que, aunque coexisten varias historias de forma paralela, su evolución es sencilla.

Los protagonistas de estas historias son 4, por un lado tenemos a Lucy, una niña de 6 años; por otro lado conocemos a Jack, un muchacho de 14 años y, por último, están Jessica y Tommy, dos mellizos de 7 años. Como veis, los protagonistas, salvo Jack, son bastante pequeños.

Una de las características más destacadas de este libro es que se van intercalando las historias. Para lectores adultos esto no supone ningún problema, sin embargo, no es una estructura adecuada para los niños. Aunque el público objetivo es de 12 años en adelante, el autor me ha comentado que pueden leerlo tanto adultos como niños de 9 años en adelante. Personalmente, veo la historia bastante infantil, por lo que pienso que es más para niños de 9 años que para los de 12, por lo que yo hubiera optado por contar una historia detrás de otra, ya que no creo que estos niños tan pequeños pudieran seguir el hilo de los cuentos sin perderse o mezclaros.

Al inicio de cada capítulo el autor incluye un extracto de diferentes libros a modo de introducción. Este detalle me ha parecido muy original, pero algunas de las citas eran demasiado largas. Asimismo, a lo largo de la historia podemos ver diferentes guiños a diversos clásicos, como puede ser El Mago de Oz, entre otros.

Una de las mejores cosas del libro es que plasma muy bien la naturalidad con la que los niños aceptan las cosas, por muy disparatadas que sean. Asimismo, la novela cuenta con gnomos, brujos y otros muchos seres fantásticos que harán disfrutar al lector.

No obstante, la narración de la novela me sacó muchas veces de la historia ya que, a pesar de ser fluida, tanto la puntuación (uso de las comas y los puntos y comas) como la estructuración de algunas frases no era la correcta. Espero que si saca una nueva edición mejore estos aspectos puesto que son tan importantes como la historia en sí.

Un detalle que me gustó bastante fue el índice al final de la novela con todos los personajes que salen en el libro. Aunque a mí no me hizo falta, a los más jóvenes les viene muy bien ya que lo pueden consultar en cualquier momento.

Se trata de la primera parte de una trilogía, por lo que, aunque cierra algunas tramas, otras las deja abiertas para la próxima entrega. El final me gustó mucho porque anima al lector a continuar con la saga.

Tenía unas ganas enormes de leer este libro porque estaba enamorada de su portada y su sinopsis y cuando me sumergí en su historia no pude menos que disfrutar el libro.

Una llama entre cenizas está ambientada en la Antigua Roma y cuenta cómo surge la ley marcial. En esta novela, la autora nos cuenta que existen varias clases sociales, las más destacadas son los académicos que perdieron el poder y los marciales, quienes a través de la agresividad y la violencia logran hacerse con el poder y someter a los académicos. Dentro de los marciales, nos encontraremos a los máscaras, unos guerreros duramente entrenados que se encargarán de mantener el orden.

Nuestros dos protagonistas pertenecen a dos clases sociales, por un lado está Laila, una académica, y por otro lado nos encontramos a Elias, un máscara. Laila vivía feliz con su familia hasta que en una redada, unos máscaras apresan a su hermano. Ella logra huir, pero tiene que salvar a su hermano, por lo que terminará convirtiéndose en esclava. Elias, por su parte, no es un máscara cualquiera porque tiene ideales muy diferentes a los del Imperio, lo que le pondrán en una situación complicada porque en su clase social no se tolera a nadie que no piense igual.

La historia está narrada desde los puntos de vista de nuestros protagonistas que se van intercalando, lo que nos da una visión mucho más amplia de lo que ocurre y nos permite conocerlos con mayor profundidad.

Laila no es un personaje que vaya a gustar a todo el mundo porque es algo exasperante ya que se pasa toda la novela compadeciéndose de sí misma porque se cree débil y cobarde. Sin embargo, creo que tiene mucha fuerza por lo que he disfrutado con sus capítulos, ya que, en el fondo, es una luchadora y la situación en la que se encuentra le hará sacar fuerzas de donde creía que no las tenía.

Elias es un guerrero guapo, de armas tomar, pero con buen corazón. Y ha sido su forma de ser tan diferente a los demás lo que se ha ganado un hueco en mi corazón. Además, se trata de un personaje que es pura dinamita, nunca sabes cómo va actuar, qué le va a pasar, etc.

Ambos sufren una evolución constante a lo largo de la historia, lo que hace no sólo que sean unos personajes muy elaborados, sino que parezcan de carne y hueso ya que han cambiado con las circunstancias, han cometido errores, pero también han hecho cosas buenas y todo eso influye en ellos.

Uno de los puntos fuertes de Una llama entre cenizas son los personajes. Sabaa Tahir ha hecho un trabajo formidable, los a moldeado y les ha dado forma para que sean creíbles. No obstante, Helen, la mejor amiga de Elias, aunque es un personaje muy complejo y que actúa siguiendo sus ideales y sus creencias, ha pasado un poco de puntillas por la novela. Espero que en las siguientes podamos disfrutarla más porque no quiero que se desperdicie.

Lo que no me ha llegado a convencer del todo ha sido ese "cuarteto" amoroso que ha aparecido. Aunque el romance tiene un papel más que secundario, creo que no termina de estar del todo perfilado los sentimientos de los personajes.

Otra de las cosas que más destaca de esta novela es su ambientación ya que está muy bien lograda y muy bien introducida. La autora nos explicaba brevemente cómo es el mundo que ha creado ella en los primeros capítulos, por lo que estos son un poco introductorios, pero una vez nos introducimos en materia todo sucede de forma fluida y podemos disfrutar de esa ambientación que tiene vida propia.

Nos encontramos frente a un libro lleno de acción, tensión constante y numerosos misterios e intrigas que se reparten por toda la historia para que nos mantengamos atentos y no nos aburramos. Además, gracias a sus capítulos cortos y a su narrativa ágil, es muy sencillo avanzar rápido en la historia.

Una cosa que me ha sorprendido gratamente es que la novela transcurre en muy pocos escenarios y en estos suceden muchísimas cosas, lo que habla muy bien de la autora porque ha sabido exprimir bien los lugares y nos ha hecho disfrutar y temblar de la emoción sin necesidad de que los personajes recorran medio mundo.

Sabaa Tahir no se corta ni un pelo a la hora de escribir, por lo que encontraremos bastantes escenas crueles y realistas. No le importa matar a unos y a otros personajes, como tampoco le importa describirte cómo son las heridas.

Asimismo, la autora ha sabido introducir un pequeño toque de fantasía del tal manera que parece algo natural, lo que, a su vez, le da un toque de originalidad a la historia.

El final del libro es bastante abierto, pero muy acorde con la historia que nos relata porque, aunque cierra unas cosas, deja otras sin explicar para que continuemos leyendo esta saga que promete mucha acción y muerte.

Cuando empecé a leer Dame alas para soñar lo hice sin saber mucho de él. Había leído sus sinopsis hace tiempo, pero no me acordaba de lo que contaba, por lo que, lo primero que me encontré fue un libro romántico algo típico. Pero según fui avanzando en la historia, me di cuenta de que las apariencias engañan.

La historia empieza cuando Nora llega a una entrevista de trabajo 30 minutos tarde, pero aún así la contratan porque viene recomendada (eso sí que es tener suerte). Después de eso, parece que todo se complica porque su jefe es joven, muy guapo y es muy creído; su novio no hace más que meterse en problemas y la situación de sus padres no es la mejor. De repente, cuando todo parece indicar que va a ser una simple historia de amor, la autora le da un giro a la trama y le mete elementos de fantasía que bien podían haber resultado creíbles, pero que para mi gusto, no han terminado de estar bien introducidos.

Nora es una chica sencilla, que no sabe lo que quiere hacer en la vida. Aunque la autora nos la ha querido presentar como una protagonista fuerte, no lo ha conseguido ya que me ha parecido muy frágil. Además no para de comportarse como una niña pequeña.

Silver, por su parte, es el jefe de Nora. Es un chico joven, guapo y muy engreído. Lo que más me ha sorprendido de este personaje es que primero es el perfecto caballero y luego es el peor hombre de todos. No he terminado de ver bien dibujado a este personaje.

Más adelante aparece Eric, un chico que es completamente opuesto a Silver. Su aparición hace que quieras continuar leyendo para saber más acerca de él, pero el flechazo que sufre la protagonista hace que la relación entre ambos no parezca muy creíble.

Como he dicho las relaciones amorosas (y hablo en plurar porque hay varias) no me han terminado de convencer, sobre todo la relacionada con Eric ya que fue una especie de flechazo (y ya sabéis que estos no me suelen gustar).

La novela está narrada con un lenguaje muy sencillo, lo que ayuda a que la lectura sea ágil. Y, aunque la parte sobrenatural de la historia le da un toque de originalidad, no termina de estar bien construida ya que la presenta de golpe y no termina de ser convincente.

Me gustaría poder hablaros del final, pero tengo que reconocer que no fui capaz de acabar la novela porque el argumento no me convencía y los personajes no me enganchaban. La historia avanzaba demasiado rápido para mi gusto, lo que le daba más sensación de irrealidad a lo que estaba ocurriendo. Me gusta la fantasía y me gusta, también, el realismo mágico, pero, en esta ocasión, Andrea Vilariño no ha logrado ni convencerme ni engancharme.