¡Hola a todos! Hoy vengo a hablaros de una de mis últimas lecturas. Tenía bastantes ganas de leer La playa, de Sara Cantador porque sé que la autora escribe desde hace tiempo y estaba segura de que iba a disfrutar de esta novela.

Bajo esa escueta sinopsis se esconde una historia más profunda en la que los personajes son el pilar fundamental. Narrada desde el punto de vista de Ian y Eloise, la autora va desgranando la trama poco a poco a través de los ojos de los protagonista. Esto permite al lector conocer de primera mano tanto los pensamientos como los sentimientos de ambos, enriqueciendo el texto y añadiendo complejidad y profundidad al libro.

Tanto Eloise como Ian están bien construidos y sufren una evolución creíble a medida que va avanzando la trama, por lo que desde aquí quiero felicitar a Sara por el trabajo realizado. Los protagonistas son sencillos y cercanos, lo que permite que te sumerjas en la historia sin darte cuenta y que acompañes a ambos en su día a día. No quiero hablar demasiado de ellos para que lo descubráis vosotros mismos y disfrutéis y sufráis con ellos.


Con una pluma sencilla, pero directa, Sara nos introduce en los años ochenta a través de pequeñas descripciones que llenan de color las páginas de este libro.

La novela tiene dos partes. La primera de ellas es bastante introductoria porque está dedicada a presentarnos a los personajes (tanto los protagonistas como a los secundarios) y a ponernos en situación para luego adentrarnos en una segunda parte mucho más animada y algo distinta (hasta aquí puedo decir).

La historia de amor me ha enternecido por la manera en la que se ha desarrollado. Con paso lento, pero seguro, la parte romántica va ganando importancia en la trama, creciendo con los personajes de forma coherente. No es un amor instantáneo, sino que se va fraguando a través de pequeños gestos o conversaciones.

El final me ha sorprendido porque, aunque en cierto momento supe por dónde iban a ir los tiros, el giro que da la historia me descolocó por completo y me alegro de ello porque la escritora no ha se ha ido a lo obvio, sino que ha querido ir más allá, destacando valores como el amor, la amistad y la familia.