Título: Calor helado | Autor: Richard Castle | Saga: 4/? Nikki Heat | Editorial: Punto de lectura | Encuadernación: Edición bolsillo | Páginas: 480 páginas | ISBN: 9788466325608 | Precio: 8,99 euros

Calor helado nos trae una nueva entrega, esta vez, el caso tendrá implicaciones emocionales para la protagonista, ya que el cadáver de una mujer desconocida aparece dentro de la maleta que desapareció, hace diez años, en el crimen de su madre, crimen que aún no se ha resuelto.

Esta novela toca uno de los pilares fundamentales de la protagonista y la hace bambolearse peligrosamente ya que Nikki se obsesionó con el asesinato de su madre y nunca dejó de investigar el caso. Este hecho la marcó tanto que se convirtió en policía para intentar resolverlo y ayudar a más personas. De modo que, cuando descubre una nueva pista, Heat se sumerge en dolorosos recuerdos y nuevos descubrimientos que la harán desconfiar de todo. Resolver este caso se convierte en misión casi imposible ya que parece que hay alguien que no quiere que esto se descubra.

Si hay algo que me gusta de esta saga son sus personajes porque, al margen de que puedan parecer o no tópicos, están bien dibujados, de forma brillante, me atrevería a decir. Esto supone que el libro adquiera otra dimensión, puesto que parece que existen de verdad.

Nikki Heat me pareció, desde el primer libro, un personaje no sólo bien construido, sino fuerte y frágil al mismo tiempo. Es una mujer compleja que ha sufrido mucho. Ese dolor no sólo la hace más humana, sino que también la ha fortalecido. En este libro vamos a poder conocerla mucho más, vamos a bucear en su historia y en sus sentimientos y vamos, sobre todo, a verla llegar hasta sus límites. Durante las otras novelas la hemos visto avanzar emocionalmente y este caso será el que haga que se cierre en banda para siempre, o que abra, del todo, las puertas su corazón.

Jameson Rook vuelve a jugar con su fachada de niño grande y su corazón de hombre tierno y romántico. La combinación de ambas facetas hace que sea un personaje irresistible porque, aunque a veces se comporte de forma infantil, sabe lo que ocurre, cómo de actuar y cuál es la magnitud de la situación. Una de las cosas que más me gustan de estas historias es que Rook le da frescura y marca la diferencia.

Aunque en esta novela Raley, Ochoa y Laurel pasan algo inadvertidos, se convierten, junto a Nikki y a Rook, en el alma de la novela. Todos juntos forman un equipo dinámico y diferente y todos encajan en él, aportando su granito de arena. Espero que en las próximas novelas cobren más protagonismo y los podamos conocer más a fondo.



Hay muchísimos más personajes, pero no me voy a detener en ellos para que la reseña no sea demasiado algo. Sólo quiero destacar que, en esta ocasión, la detective Hisenburg vuelve a cobrar importancia.

La trama de esta novela ha mejorado con creces puesto que es mucho más compleja y madura que, junto a la implicación personal, hacen que sientas todo lo que está ocurriendo en la historia, pues no estamos frente a un crimen cualquiera.

La pluma del escritor es brillante, gracias a un estilo serio y meticuloso logra compaginar el humor y el dolor de una pérdida con unta trama policial extremadamente compleja.  Gracias a su ágil, es muy fácil sumergirse en el libro.

Asimismo, esa novela juega con un gran número de elementos, varios asesinatos, muchos sospechosos y constantes trabas trabas, lo que hará que el lector se quede pegado a las páginas, deseando saber qué está ocurriendo y qué va a pasar.

El final de la novela no es solo inesperado, sino que además te deja en shock. Aunque se logran descubrir muchos datos importantes, está claro que el caso no está resuelto y que sabremos más de ello en las siguientes novelas.