Alba López Paredes retoma la narración en esta tercera y última entrega para mostrarnos el transcurso de las vidas de Xégoda y Frank a través de una historia más desarrollada y más compleja que las anteriores, así como más realista y dura.

En esta ocasión, Nándidor, La decisión de Xégoda cuenta con la perspectiva de distintos personajes lo que hace que el ritmo de la novela se agilice y permite conocer, con mayor profundidad, a los personajes.

No voy a extenderme en hablar de cada uno de ellos porque ya los he desarrollado en las anteriores reseñas, pero sí que tengo que destacar que los personajes siguen creciendo y madurando en cada página. No obstante, ahora vamos a poder conocer, más a fondo, sus miedos y sus debilidades, así como sus fortalezas y todo lo que los anima a seguir luchando. Asimismo, Alba nos presentará un nuevo personaje que irá cobrando protagonismo a medida que va avanzando la historia.


Esta tercera parte contiene más acción, giros de trama, tensión y peligros que las anteriores entregas, lo que supone un mayor desarrollo de la historia. No obstante, reconozco que ha habido capítulos que se me han hecho muy densos y aburridos ya que están dedicados presentar a un personaje que tendrá libro propio. Creo que se podría haber dedicado menos páginas en favor de lo que se contará en esa novela para no eclipsar tanto a los protagonistas.

Una de las cosas que más se notan en este libro es la clara evolución de la pluma de la autora tanto a la hora de escribir como a la hora de desarrollar los hechos. Mantiene la crítica social que hizo en los otros libros a través de una narración sencilla y aprovecha para introducir, también, pequeñas reflexiones. 

El final de la novela es trepidante, sobre todo, teniendo en cuenta el lento desarrollo de la historia. Además, la autora deja una puerta abierta a nuevas aventuras gracias a la aparición de un personaje que, al parecer, tendrá mucho que contar.