Al cumplir quince años, Laurel descubre que es un hada enviada a vivir entre los seres humanos para proteger la puerta de entrada al reino de Avalon. Empujada al centro de una centenaria lucha entre las hadas y los trolls, tendrá que escoger entre su amistad con un humano o la poderosa atracción que siente por alguien de su misma raza.

Me compré esta novela cuando salió a la venta porque nunca había leídos sobre hadas y me picaba la curiosidad, además, antes no buscaba reseñas en Internet, por lo que iba algo a ciegas y, la verdad, me arrepiento mucho de habérme comprado este libro.

Lo empecé a leer en su momento, cuando se lanzó al mercado, pero no pasé de la página 50. Lo dejé abandonado en la estantería y no lo retomé hasta hace unos días. La razón: estaba de exámenes, quería leerme un libro que no me atrapara entre sus páginas y no podía dejar "Alas" empezado en la estantería. Fue una cuestión de orgullo, digamos.

La historia sobre hadas que imagina la autora es original, sin embargo no consigue darle emoción ni acción a la narración por lo que me resulta un libro insulso que cojea por todos los lados. Se entretiene demasiado en contar cómo descubre Laurel que es un hada y deja un poco más de lado la historia de las hadas y su eterna lucha con los trolls, como nos cuenta la sinopsis.

En cuanto a los personajes, hay tres principales (Laurel, David y Tamani)... son personajes que, sinceramente, no merecen mención alguna, no les veo atractivo. Aún así, voy a haceros un breve comentario sobre ellos.


La protagonista, Laurel en una chica un tanto diferente. Se trata de un personaje que me puso nerviosa por su actitud hacia todo, demasiado infantilona y un tanto superficial. No me cayó desde el principio y cuando llegué al final seguía opinando lo mismo de ella.

David, el mejor amigo de Laurel que la ayuda en todo. Debería ser un personaje entrañable, sin embargo no me inspira nada al tratarse de el típico mejor amigo que está enamorado de ella.

Y Tamani es el chico perfecto del que toda chica se enamoraría. Aparece en el libro bastante de refilón y no llegamos a conocerle bien, pero a mí es que no me llama ni la atención.

Además, en la sinopsis, partimos del conocimiento de la existencia de una puerta de Avalon. Hasta casi el final del libro no sabemos nada de ella. Además de la poca importancia que le da. Supongo que ha querido reservarse un as en la manga para los siguientes libros, pero me ha fastidiado que lo mencionen en la sinopsis y apenas lo traten en el libro.

En cuanto al tema de los trolls, está metido un poco con pinzas. Salen de repente, sin venir a cuento y todavía no sé muy bien qué pintaban en la historia salvo darle algo de la emoción que carecía el resto de la novela.

Luego está el asunto de cómo está escrito el libro. De estilo simplón, la autora no ha sabido explicar ciertas cosas como, por ejemplo, las alas de la protagonista. A que a mí no me han quedado claras muchas cosas (cómo las esconde tan fácilmente, de qué tamaño son...).

En cuanto al final, el último diálogo sí que me gustó. Junto con la portada, es lo único que me ha gustado del libro. La última conversación tiene una fuerte carga emocional y emotiva que, personalmente, le ha faltado al resto del libro. Es un final bastante abierto que te deja con ganas de más, pero mi mala experiencia con la novela puede más que mi curiosidad.