Para todos aquellos que quedaron fascinados por Las ventajas de ser un marginado. Para todos aquellos que creen que el amor también puede surgir en los márgenes. Una historia de amor entre dos outsiders lo bastante inteligentes como para saber que el primer amor nunca es para siempre, pero lo suficientemente valientes y desesperados como para intentarlo.

Cuando leí la sinopsis de este libro y vi que trataba de personajes diferentes, música y estaba ambientado en los años en los que se escuchaba música en cintas de casete vi el parecido que tenía con Las ventajas de ser un marginado y supe que me iba a gustar. Y no estaba equivocada, aunque no supera a Las ventajas me ha dejado un buen sabor de boca a pesar de las altas expectativas que tenía.


Por un lado tenemos a Eleanor, una chica regordita y pelirroja cuya familia es un desastre. No tienen apenas dinero, son muchos hermanos y su padrastro es un borracho y un violento. Eleanor no es un personaje que caiga bien al principio, es más, puede llegar a crispar un poco su actitud y su baja autoestima, pero a medida que avanza el libro no puedes evitar encariñarte con el personaje pues es una chica que lo pasa muy mal.

Por otro lado nos encontraremos con Park, mitad coreano, mitad americano al que le encantan los cómics, especialmente los de superhéroes. Park, al contrario que Eleanor, es puro amor y nos encandila desde el principio. Es un chico tierno que nos sacará más de una sonrisa.


Hay más personajes, pero la historia se centra en estos dos como podemos deducir del título de la novela. El libro está escrito en tercera persona e intercala pedazos desde el punto de vista de uno con pedazos desde el punto de vista del otro, de tal manera que podemos llegar a conocer a ambos muy bien.

Entre ambos personajes, que al principio no se soportan, se va fraguando primero una amistad y luego el amor. Un amor tímido lleno de sentimientos, de caricias, de silencios y de palabras bonitas. Un amor joven que no conoce límites. Un amor entre dos chicos diferentes e imperfectos que se necesitan el uno al otro.

La pluma de la autora es sencilla y desenfadada, haciendo que la lectura sea muy ágil y que no te des cuenta de que ya has devorado la mitad de libro. Quizás en algún punto se me hizo un poco repetitivo en cuanto a Eleanor se refiere, aún así no me ha resultado tedioso y he acabado el libro en un suspiro.

Es, ante todo, una historia muy tierna que nos hará sonreír y nos hará sufrir y que muestra sin tapujos y de la forma más natural temas como la violencia de género y el acoso escolar sin que quede forzado. Me gustó especialmente la mención de los cómics de superhéroes (me gustan mucho los superhéroes, sobre todo los X-Men o la Patrulla X) y permiten desencasillar de "friki" al que los lee (pues normalmente la gente lo asocia). Aunque tengo que decir que creo que había una errata en el libro. Si mal no recuerdo se refieren al personaje que se convierte en Hulk con otro nombre que no es el de Robert Bruce Banner, algo que me chirrió porque el Doctor Banner es Hulk, corregidme si me equivoco.

El final de la novela es totalmente inesperado. Da un giro de 180 grados que logra sorprender al lector y dejarle pegado a sus páginas. Pero también es un final muy abierto. A mí no me gustan ni me disgustan los finales abiertos y este en concreto me ha gustado bastante a pesar de dejar todo en el aire. Se trata de un final que podría dar pie a otra novela si se terciara el caso.