Confieso que de este autor sólo he leído el primero de Percy Jackson. A pesar de ello, en cuanto supe de esta novela, sabía que tenía que leerla ya que la mitología nórdica me llama muchísimo la atención.

La espada del tiempo nos relata las aventuras de Magnus Chase, un chico cualquiera que vive en la calle. Salvo que no es cualquiera, ya que se trata de un semidiós. De repente, la vida de Magnus pasa de aburrida a estresante y de la ignorancia más absoluta a un amplio conocimientos sobre los dioses nórdicos.

Estamos frente a una carta de presentación de la mitología nórdica. Dado que los lectores no tienen por qué saber nada de esto, Rick Riordan introduce la información, a veces sutilmente y otras de forma muy directa y algo forzada. Por lo que, poco a poco, iremos entendiendo cómo funcionan las cosas. Lo mejor de este libro es que el autor desmitifica, sin ningún tipo de complejo, a los dioses lo que hace que los veas de una forma distinta.

Al principio el humor es muy forzado. Sin embargo, a medida que vas avanzando en la historia, el sarcasmo se vuelve más fluido. Destaco, sobre todo, los títulos de los capítulos ya que son fuera de lo común y llaman bastante la atención.


Tengo que reconocer que me recordó bastante al primer libro de la saga Percy Jackson ya que ambos personajes tienen muchas cosas en común y la trama se desarrolla de forma bastante similar. Sin embargo, Rick Riordan logra diferenciarse haciendo a Magnus un protagonista consciente de los peligros y que no tiene miedo de admitirlo.

Nuestro protagonista, Magnus, es un chico con un humor ácido muy peculiar. Yo he tenido sentimientos encontrados con él porque a veces no me hacía demasiada gracia lo que contaba y, en otras ocasiones, me sacaba algunas carcajadas.

Hearthstone es, para mí, el alma del libro. Este personaje me ha cautivado por esa fragilidad que se convierte en fortaleza y por su fidelidad. Además, el hecho de que sea sordo hacen que llame mucho más la atención. Ha sido imposible no encariñarse con él, es demasiado tierno. Y si continuo leyendo los libros, será por él.

Blitzen hace un buen contrapunto con Magnus por su sensatez y su conocimiento. Mientras que Sam se convierte en el personaje femenino con más fuerza de la trama. Es dura, valiente y cabezota, lo que la hacen una valkiria muy buena.


A lo largo de la historia conoceremos a unos cuantos dioses y, también, tendremos la oportunidad de descubrir alguno de los ocho mundos restantes (son nueve contando con la Tierra). La aparición de Loki se hizo un poco de rogar, pero mereció la pena porque el autor nos muestra una imagen del dios bastante parecida a la de Marvel, cosa que agradezco. Estoy segurísima de que este dios dará más de sí en los siguientes libros.

La historia avanza bastante lenta al principio y las apariciones de algunas deidades resultando algo forzadas como si el autor deseara hablar de ellas y no supiera cómo introducirlas. Conoceremos a Loki, Thor, Freya y a otros muchos más que no quiero mencionar. Este aspecto del libro ha hecho que me costara muchísimo engancharme a la novela.

Un punto positivo es la ausencia de romance. Últimamente parece ser un requisito indispensable en la literatura juvenil, pero Rick Riordan se olvida de este tema para centrarse en lo que verdaderamente importa: lo que puede y debe hacer Magnus para evitar el Ragnarok.

Si sois fans de este autor y habéis leído la saga de Percy Jackson, os daréis cuenta del cameo de cierto personaje. En esta entrega no tiene gran importancia, pero el autor da a entender que será vital más adelante, por lo que estoy deseando saber qué ocurre.

El libro no se libra de los tópicos y menos después de haber escrito tantos libros de diferentes mitologías. Está claro que las novelas de Rick Riordan siguen un patrón, pero eso no quita la fuidez de la narración. Tiene bastante buen ritmo, aunque a mí no llegó a engancharme del todo.

La historia está contada desde el punto de vista de Magnus, por lo que destaca la ironía y el ingenio. El protagonista no solo va al grano, sino que interactúa con el lector, haciendo que este se involucre más y que la trama resulte cercana y personal.

El final de la novela es muy abierto. Es cierto que cierran una parte de la historia, pero las posibilidades son enormes, por lo que está claro que es una invitación a continuar las aventuras de este héroe tan peculiar.