Dicen que a la hora de vengarse el más débil puede ser el más feroz. Y en Silverville, Colorado, una venganza está a punto de fulminar todos sus sueños de plata.
Cuando en 1872 Grace Mallory se instala en la antigua mansión de su familia política, los rumores no tardan en circular por el pueblo. ¿Una dama viviendo sola en un caserón deshabitado? ¿Por qué no la ha acompañado John, el heredero de la compañía minera con el que contrajo matrimonio lejos de allí? ¿Y qué pretende ahora al mudarse a la zona?
A sus veintidós años, Ruby Lawrence ha experimentado de sobra la sensación de ser subestimada por su condición de mujer. Por eso no le sorprende que nadie tome en serio su desconfianza por la recién llegada. No obstante, sus familiares deberían hacerlo... Al fin y al cabo, fueron ellos quienes asesinaron al padre de John.
Mientras la paz de Silverville se resquebraja, Grace y Ruby se sumen en un intrincado juego donde el sacrificio de cualquier peón merecerá la pena con tal de ganar la partida y donde sólo quedará una certeza: el mundo es un escenario y los hombres y mujeres, meros actores.
Al poco de publicarse Silverville, me enganché a la serie de televisión Westworld. Reconozco que no soy muy dada a ver o leer nada ambientado en el oeste, pero empecé la serie y ya no pude parar. Así que la evolución natural, una vez me puse al día con Westworld, fue sumergirme en el nuevo libro de Victoria Álvarez.
La autora nos vuelve a sorprender con una nueva historia donde los personajes son el alma de la novela, especialmente las protagonistas de la obra. Victoria nos presenta, en Silverville, a dos mujeres completamente opuestas, con muchas luces y sombras. La mentalidad abierta de una choca con la de la otra, poniendo de relieve la importancia que tienen el ambiente y la educación en la que crecen los personajes.
Por un lado, tenemos a Ruby, una chica tradicional con una gran inteligencia. Aunque Ruby se mueve dentro de los límites morales de aquella época, está cansada de que su vida, por ser mujer, se ciña a ser buena esposa y madre. La evolución que tiene este personaje a lo largo de la novela hacen imposible no ponerse en su lugar y comprender su situación.
Por otro lado, está Gace, una joven de armas tomar que está dispuesta a conseguir lo que desea. Es una mujer fuerte, inteligente y con una mentalidad muy adelantada a su época, lo que la lleva a revelarse contra todo lo impuesto. Grace es, sin duda, un personaje que destaca y que se posiciona, incluso, por encima de Ruby por su forma de pensar y de actuar.
A estas dos mujeres se irán sumando multitud de secundarios que tendrán un papel fundamental en la historia con mayor o menor peso para la trama, como pueden ser Honey o Mustang. No quiero hablaros demasiado de ellos para que descubráis vosotros mismos quiénes son y qué están dispuestos a hacer por lo que creen que es correcto.
La prosa de la autora es amena, lo que hace que la historia fluya página tras página. La obra está repleta de juegos, traiciones, mentiras y muchos giros inesperados que buscan enganchar al lector. Sin embargo, yo no he conseguido trasladarme a Silverville.
Seguramente esta reseña es una unpopular opinion, ya que hasta la fecha no he visto ninguna que no hable mil maravillas del libro. Aunque la novela me ha gustado, he de decir que me he mantenido muy alejada de la historia como si estuviera viendo lo que ocurría desde arriba. Esto ha provocado que no terminara de congeniar con los personajes y, por consiguiente, que no disfrutara del libro como debería.
Como ya nos tiene acostumbrados Victoria, la ambientación se siente a través de pequeños detalles como las calles, los vestidos, los edificios o, incluso, las conversaciones que tienen lugar. Silverville no bebe de grandes y largas descripciones porque no las necesita. La autora nos traslada al año 1872 con pinceladas directas que hacen que la lectura sea mucho más amena y ligera y que ponen de relieve la gran documentación que hay detrás de la obra.
El final de la obra es brutal. La autora acaba con una escena contundente que pretende hacer reflexionar a los lectores sobre el tema que ha tratado durante todo el libro. Aunque la mayoría de las reseñas hablan de este tema de forma abierta, yo prefiero no mencionarlo, ya que, como lectora, me gusta descubrir las cosas por mí misma y creo que eso es algo que debe verse en la propia novela.
PUNTUACIÓN (SOBRE 10)
Victoria se ha lanzado al western en Silverville y ha iniciado una partida de ajedrez en la que las fichas van cayendo lentamente. La intriga, la acción, las mentiras, la doble moral y las traiciones se entremezclan en un libro donde las mujeres tienen la voz cantante.
Personalmente no le puedo dar más nota porque no he conseguido conectar con la historia ni con los personajes, por lo que he estado durante la lectura en un segundo plano muy molesto. Veía Silverville y a sus protagonistas, pero no estaba con ellos y eso ha hecho que no disfrutara del libro como esperaba.
Personalmente no le puedo dar más nota porque no he conseguido conectar con la historia ni con los personajes, por lo que he estado durante la lectura en un segundo plano muy molesto. Veía Silverville y a sus protagonistas, pero no estaba con ellos y eso ha hecho que no disfrutara del libro como esperaba.
Gracias a Nocturna por el ejemplar.
1 comentarios
Hola! A mí me gusta que tu reseña sea algo disidente, porque así le bajo el hype y, cuando pueda leerla, no me doy contra una pared si no es tan maravillosa como esperaba. Espero que esto me ayude a disfrutarla más ♥.
ResponderEliminarUn besote y feliz año!
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