ATENCIÓN, PUEDE CONTENER SPOILERS DE ANTERIORES LIBROS
Empecé Una corte de alas y ruina con las expectativas muy altas, ya que los anteriores libros de la trilogía me gustaron mucho, pero eso no me ha impedido disfrutar de la historia que nos presenta la autora.
Esta tercera parte comienza con Feyre en la Corte Primavera después de lo acaecido al final del segundo libro. Cuando regresa, aunque Tamlin pretende que las cosas vuelvan a ser como antes, Feyre sabe que no es posible.
Uno de los puntos fuertes de estas novelas son los personajes. Todos han ido evolucionando, en mayor o menor medida, a lo largo de los libros. En las obras anteriores, Sarah J. Maas ya nos presentó a unos personajes complejos, llenos de vida y de defectos. Pero en este tercer libro la mayoría de los personajes deberán enfrentarse a situaciones que pondrán a prueba su lealtad, su amor y su valentía.
Feyre ha aprendido, y sigue aprendiendo, a quererse y a perdonarse por los errores, lo que hace que parezca de carne y hueso. Este personaje me gustó desde el primer momento, pero me ha ido gustando cada vez más con cada libro porque nos ha mostrado su fortaleza, pero, sobre todo, sus debilidades.
En esta ocasión, conocemos el lado más humano de Ryshand, el lord de la Corte Noche. Aunque sigue demostrando su valía, en esta obra vemos que no es perfecto y que, como todos, comete errores.
Una corte de alas y ruinas es un libro donde personajes secundarios como Lucien, Cassian, Azriel, Nesta o Elain, entre otros, cobran más protagonismo. Me ha gustado conocerlos más a fondo, sobre todo a las hermanas de Feyre.
Tenía una espinita clavada en el corazón después del primer libro con respecto a Lucien, ya que me parecía un personaje muy interesante y, por suerte, la autora ha sabido explotar parte de su potencial en este libro. Aunque sí que es cierto que me hubiera gustado que tuviera mucha más presencia en la trama.
En esta tercera entrega la guerra contra Hybern se transforma casi en un personaje más porque habrá mucho politiqueo y estrategia militar. Toda la novela gira en torno a la guerra y a las consecuencias que traería el enfrentamiento. Sin embargo, cuando el conflicto tiene lugar queda muy diluido, ya que le falta una buena dosis de realidad.
Otro de los puntos fuertes del libro es la prosa de la autora. Sarah tiene una pluma ligera y melódica que atrapa desde el comienzo. Personalmente, aunque hay partes más lentas, la forma de contarlo hace que disfrutes con la lectura, independientemente del ritmo de la trama.
Asimismo, la cantidad de escenas de sexo han disminuido notablemente en este libro, lo que es de agradecer, ya que en Una corte de niebla y furia había tantas que parecía que la historia solo giraba en torno a eso.
El final, en cambio, me ha dejado un regusto un poco agridulce porque, como he comentado, le faltan dosis de realidad para que resulte más creíble. Creo que la autora podría haber transmitido el mismo mensaje sin sacrificar la parte realista de la batalla.
Esta tercera parte comienza con Feyre en la Corte Primavera después de lo acaecido al final del segundo libro. Cuando regresa, aunque Tamlin pretende que las cosas vuelvan a ser como antes, Feyre sabe que no es posible.
Uno de los puntos fuertes de estas novelas son los personajes. Todos han ido evolucionando, en mayor o menor medida, a lo largo de los libros. En las obras anteriores, Sarah J. Maas ya nos presentó a unos personajes complejos, llenos de vida y de defectos. Pero en este tercer libro la mayoría de los personajes deberán enfrentarse a situaciones que pondrán a prueba su lealtad, su amor y su valentía.
Feyre ha aprendido, y sigue aprendiendo, a quererse y a perdonarse por los errores, lo que hace que parezca de carne y hueso. Este personaje me gustó desde el primer momento, pero me ha ido gustando cada vez más con cada libro porque nos ha mostrado su fortaleza, pero, sobre todo, sus debilidades.
En esta ocasión, conocemos el lado más humano de Ryshand, el lord de la Corte Noche. Aunque sigue demostrando su valía, en esta obra vemos que no es perfecto y que, como todos, comete errores.
Una corte de alas y ruinas es un libro donde personajes secundarios como Lucien, Cassian, Azriel, Nesta o Elain, entre otros, cobran más protagonismo. Me ha gustado conocerlos más a fondo, sobre todo a las hermanas de Feyre.
Tenía una espinita clavada en el corazón después del primer libro con respecto a Lucien, ya que me parecía un personaje muy interesante y, por suerte, la autora ha sabido explotar parte de su potencial en este libro. Aunque sí que es cierto que me hubiera gustado que tuviera mucha más presencia en la trama.
En esta tercera entrega la guerra contra Hybern se transforma casi en un personaje más porque habrá mucho politiqueo y estrategia militar. Toda la novela gira en torno a la guerra y a las consecuencias que traería el enfrentamiento. Sin embargo, cuando el conflicto tiene lugar queda muy diluido, ya que le falta una buena dosis de realidad.
Otro de los puntos fuertes del libro es la prosa de la autora. Sarah tiene una pluma ligera y melódica que atrapa desde el comienzo. Personalmente, aunque hay partes más lentas, la forma de contarlo hace que disfrutes con la lectura, independientemente del ritmo de la trama.
Asimismo, la cantidad de escenas de sexo han disminuido notablemente en este libro, lo que es de agradecer, ya que en Una corte de niebla y furia había tantas que parecía que la historia solo giraba en torno a eso.
El final, en cambio, me ha dejado un regusto un poco agridulce porque, como he comentado, le faltan dosis de realidad para que resulte más creíble. Creo que la autora podría haber transmitido el mismo mensaje sin sacrificar la parte realista de la batalla.
PUNTUACIÓN (SOBRE 10)
Una corte de alas y ruina cierra una trilogía de fantasía con un worldbuilding increíblemente complejo y rico, pero no lo hace definitivamente porque el mundo que ha creado la autora va a dar para algunas otras historias más.
Os la recomiendo estas novelas sin dudarlo por que, aunque tienen sus más y sus menos, la historia me ha enamorado desde la primera página del primer libro.
Gracias a Crossbooks por el ejemplar.
1 comentarios
una trilogía de fantasía con un worldbuilding increíblemente complejo y rico, pero no lo hace
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